Un ejemplo de la genialidad (a veces) de la crítica musical.
La crítica es al disco de Pink, y es del suplemento de El Mundo:
Juntemos la procacidad de Courtney Love, la capacidad para escandalizar de Madonna, los modales de Mae West y la carnalidad de Ginger Lynn: ya tenemos a Pink. La cantante estadounidense, liberada en este tercer elepé del dictado de manos ajenas, dice tener una conexión espiritual con Janis Joplin. Bueno, más bien la tiene con las más recias rumberas de puticlub. El género está a caballo entre el pop y el rock, todo ello pasado por la trituradora industrial. Predecible, pero con el encanto de lo basto. RICARDO AGUILERA
x'DDD