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Y sé que tiro piedras contra mi propio tejado, pero me niego, me niego y me niego a colgar lista alguna con mis mejores discos del año.Más bien voy a colgar, sin esperanza y con convencimiento, otra con los mejores motivos para no hacerlo.Ahí va. * 1. Las listas son absurdas: no hay discos mejores que otros. Unos discos NOS GUSTAN más que otros. Y las opiniones son como los culos. ¿O es que la mía es mejor que la tuya? (por descontado: sí). * 2. Las listas son un ejercicio gratuito de onanismo. Sus autores las usan como ridículo carnet de identidad, mostrenco llavero identitario. O como NEGOCIO, si se trata de alguna publicación que yo me sé (traduzco para novatos: se venden los puestos). * 3. Las listas son tontas: fomentan el esnobismo gafotas que pretende ver corrientes y tendencias a cada segundo, e historiar el presente con engolado y cansino enciclopedismo. Pelmas, bajad de ahí y dejadnos en paz. * 4. Las listas son injustas y falsas de raíz: ¿es que alguien se ha escuchado todos los discos publicados en un año en todo el globo? Venga ya, que venga Masoch y lo vea. * 5. Las listas promueven un concepto de la música que me hace potar: el competitivo y aristocrático. Es el negocio el que obliga a zarandear el árbol hoy sí y mañana también, a ver cuántas monedas caen. Ilusos nosotros, que pensábamos que habíamos conseguido un espacio libre de basura mercantilista. * 6. Imaginad qué putada tener que oír 3.000 discos nuevos al año calculando en qué puesto va cada uno, y si éste adelanta al otro, y que me falta en el top 5 uno de hip hop y tal (como en el instituto cuando hacíamos rankings de tías, vamos). Yo prefiero correr el Tour en triciclo. * 7. Hummm... Espera un momento... Las listas funcionan bien para conocer grupos nuevos, explorar caminos, abrirse a panoramas... Pues tampoco: para eso ya se publican tropecientas críticas cada semana y mes en tropecientas publicaciones, blogs, hojas parroquiales, tristes periódicos de derechas e izquierdas y sesudos prospectos tipo Rock de Lux (a santiguarse). * 8. Las listas coadyuvan a un concepto ridículo: el de lo moderno. En vez de dejarnos escuchar los dos millones de discos perfectos grabados hace 40 años, nos invitan a oír la penúltima nueva sensación, que al final no es sino cuasicopia de aquellos. Lo siento, pero los discos que más me gustan un año suelen ser de otros. Me interesan modernidades pasadas o futuras; no ésta. * y 9. Esto va mal. Quería llegar a 10 y sólo tengo nueve puntos. ¿Cuál era éste? Ah, sí: la pereza.
Evidentemente en tu vida te has puesto delante de un instrumento e intentado hacer algo
Joder, pues más cansina y engolada que esa lista no se me ocurre ninguna. Yo es q hago las listas estas porque me mola, pero si al señor que ha escrito eso no le gusta, pues que no las haga, no? xD