Lo más novedoso del Zeit fue los juegos que hacía Billy con las voces, pero sí, fue un mezcladillo de todo el sonido corganesco (no sólo pumpkin, ojo) con una sutil vuelta de tuerca (la batería y las guitarras suenan mejor que nunca, para mi gusto) y alguna sorpresita (la estructura de US, el solo de Bring the light...). Pero no deja de ser lo que la mayoría de los fans queríamos: un disco mayormente cañero, variadito, bien tocado y bien producido.
A ver si Billy sigue leyéndonos y vuelve a satisfacer nuestras demandas con una nueva Obra Maestra pumpkin