bueno, ahí va mi crítica y los debates que creo se pueden abrir si os apetece...24 Hours People, es una película semidocumental sobre la música en Manchester a finales de los 70 y durante los 80. Está narrada en primera persona por el periodista Tony Wilson personaje que sirve de guía para adentrarnos en este boom de actividad musical que parece ser vivió la ciudad en esa época.
Como en otras películas de este tipo, el guión es el que se tiene que encargar de sostener la historia. El director apuesta sobre seguro, ya que hacer una peli sobre el nacimiento de la escena punk, la new wave, etc, con grupos como Sex Pistols, Siouxsie, Joy Divison, Happy Mondays es apostar a caballo ganador dada la enorme cantidad de seguidores que tienen estos grupos. Eligir al periodista para que ejerza de guía en este viaje musical, parece un acierto… Pero creo que la historia está basada en un libro, ¿o no? Un personaje que puede suscitar cierta animadversión (por lo menos en mi caso) aunque supongo que en parte es lo que se pretende. Sus continuas alusiones literarias, que hacen gracia al principio, acaban por chirriar y apetece darle una colleja diciéndole: “siento decirte que la música pop por muy interesante que sea, está un poco lejos de llegar a la importancia para la humanidad que han supuesto personajes como Dante, Plutarco, Boecio and company” Pero bueno, creo que como digo, se busca que en parte que nos quede claro que el Tony Wilson era, y es, un personaje pedante y con ciertos delirios de grandeza… No pasa nada, el rock es como es. Como no le puedes pedir a Jose María Gutierrez “Guti” un poco de autocrítica y humildad, tampoco se lo puedes pedir a Tony Wilson o al egocéntrico de Billy Corgan :mrgreen: También resulta irónico (si es lo que se busca vale, si no es una tomadura de pelo) que en un momento de la película el “prota” nos diga que lo que se trata no es de contar su historia, si no la de la música… Bueno, entonces el 50 per cent del metraje debería eliminarse ya que es extremadamente autocomplaciente (sus mujeres, su trabajo en Granada TV)
Pero en fin, lo importante de la película como dice él, no es él, si no la música. Y ahí están los mejores momentos: la recreación de aquel mítico concierto de Sex Pistols con cuarenta personas, el nacimiento de Joy Division, sus conciertos, los bailes de Ian Curtis, New Order y Blue Monday, los (odiosos) Happy Mondays… En mi opinión, el suicidio de Curtis, podía haberse eliminado, o al menos la escena con el en su ataúd… La frase mas chirriante de la película, espero que con ironía, es cuando Wilson, en frente del ataúd de Curtis dice: “Era el Che Guevara de la música” Hombre, si me dices que fue el Rimbaud de finales de los 70 en Manchester te lo paso, pero el Che Guevara… no porque la figura del argentino fuese grande, que habría que discutirlo, si no porque no tienen nada que ver el uno con el otro. Lo dicho, una ironía, aunque me temo que no…
La película también tiene el interés de ver como funcionaba “el negocio” antes de que las multinacionales se lo comiesen todo… Unos tipos interesados en la música y con bastante visión de futuro montan una sala, invitan a los grupos más innovadores, crean una especie de productora o sello, sin firmar contratos ni nada, todo con un papel en sangre… Bueno, lo de la firma con sangre me gustaría comprobarlo, pero el resto es probable que fuese así… lo que iba en beneficio de los grupos que ganaban libertad creativa, y en última instancia del aficionado, que disfrutaba de unos grupos frescos con muchas cosas nuevas que ofrecer. Ahora, ya nada funciona así, no se si con internet ha cambiado o cambiará algo la cosa, pero la tiranía de las discográficas, sean multinacionales o indies (menudo adjetivo “indie”, si alguien todavía se toma en serio eso de música “indie”…) hace que la mayor parte de grupos sean pocos menos que basura que no tratan de hacer su música si no hacer la música que más éxito comercial pueda tener... Bueno, sobre todo esto habría mucho que discutir… En particular, sobre lo “cool” que son la gente de la música, discográficas, revistas… (solo de pensar en rockdelux o mondosonoro se me revuelve el estómago)
Y es que la película, puede facilitar una discusión sobre la música pop-rock, sus mitos, sus falacias, pero como dije con “Los Commitments”, y más en este caso, no es una película que de pie a una discusión sobre cine, si no sobre música… Muy interesante sería abordar el tema de los mitos… del que yo estoy hasta las pelotas. El cine los tiene, los tiene el deporte, y por supuesto la música… Cada uno es libre de ser lo mitómano que quiera, y siempre podemos admirar más a unos que a otros… pero lo de la historia del rock y sus mitos es… un tema del que se podría hablar mucho. Yo siempre digo lo mismo, el valor lo tiene el arte, no el artista… Investigar la vida del artista (sea director, escritor o músico rock) está muy bien para vislumbrar los entresijos de su obra, porqué tomó tales o cuales decisiones, o si las circunstancias de su vida influyeron en el génesis de tal obra. Esto es correcto y hay que hacerlo, pero confundir obra y obrante, o arte y artista es un error. Así nacen los mitos, muchos de ellos personajes poco menos que miserables… Un caso es Picasso, un monstruo según sus hijos, un monstruo con un arte inmenso y fundamental. Sin querer ponerme “Tony Wilson” otro caso que leí en el periódico el otro día es Emmanuel Kant, filósofo trascendental de la historia, pero otro personaje que era un pequeño miserable en su vida cotidiana, según los biógrafos de su vida… Y si llegamos ya a la música rock, ¿pues qué vamos a decir?… Llevar una camiseta de Kurt Cobain… Compositor genial, algo más, no creo…
El mayor homenaje que se puede hacer a un músico es escuchar lo que ha hecho. Pero vamos, tampoco hay que dramatizar, ser un mitómano en mayor o menos medida puede ser sano, dentro de unos límites. Yo mismo tengo un avatar con el careto de un director, al que admiro enormemente por su cine y su literatura, e incluso me parece admirable como persona, pero se de sobra que su arte supera con creces a la persona, algo que ocurre siempre. Lo que más me molesta es la ciega mitomanía que defiende a capa y a espada a su ídolo particular, y entiende como ataque personal cualquier crítica, aunque esta sea razonada…
También se puede debatir el tema de las drogas, y el culto a ello como algo “cool”. Todos podemos bromear sobre el tema y tal, pero hasta donde yo conozco las drogas son algo cuando menos “problemático” y como dice sabiamente Tony Wilson “matan el talento” más que potenciarlo. El se refiere a la coca, yo lo extendería a muchas otras… Y también la historia del rock y su asociación a este tema. Es inevitable, lo sé, pero a mi me cansa también. Personalmente, yo no admiro nada al cantante de Happy Mondays, ni me parecen graciosas sus adicciones, más bien le hubiese partido las piernas…
En fin, creo que esta película puede dar pie a este tipo de debates, porque ya digo, desde el punto de vista cinematográfico es una película correcta, con buenas recreaciones ambientales, demasiado mitómana; un divertido documento sobre la historia del pop rock en Inglaterra. Como película le doy un 5.
p.d también se puede hablar un poco de su director, michael winterbottom, un director muy versatil con pelis muy discutibles como i want you, quue vi el otro día.